“Love your enemies.”
Jesus is deeply troubled the night before His death. Reclining at table with His closest disciples, He tells them that one of them is about to betray Him. The beloved disciple leans against Jesus’ chest and asks Him to reveal the betrayer’s identity. Jesus does so, but in a way that conceals Judas’ intentions from the rest of the disciples. He takes a morsel of bread, dips it in a dish, gives it to Judas, and tells him to do quickly what he is going to do.
Jesus nourishes His betrayer with bread. He who teaches others to love their enemies stands behind His words. He loves Judas, the one who will betray Him; as He loves Peter, the one who will deny Him; as He loves the beloved disciple, the one who will follow Him to the foot of the Cross.
Rev. Dennis J. Billy, C.Ss.R.
Philadelphia, PA
Esta semana nos encontramos absorbidos por el drama de la pasión y la muerte de Jesús. Nos impresiona de sobremanera hasta qué punto ha llegado todo. En el evangelio de Juan Jesús se está despidiendo de sus apóstoles, preparando el escenario para los acontecimientos de los próximos días. Sin embargo, nosotros sabemos que todo no terminará con muerte y entierro, sino con nueva vida, así como Isaías dice en la lectura hoy: “Tú serás…una luz para las naciones, para que mi salvación llegue hasta el último extremo de la tierra.” Al caminar con Jesús por esta semana que sepamos mantenernos llenos de esperanza porque su pasión y muerte terminarán en Nueva Vida. Vengan lo que vinieren de problemas y dolores no durarán para siempre. Y si somos fieles con Jesús hasta el fin el será fiel a nosotros también, ofreciéndonos aquella salvación que nos promete el profeta Isaías.
Rev. Ronald E. Bonneau, C.Ss.R.
Metuchen, NJ