Isaiah 49:1-6; Psalm 71; John 13:21-33, 36-38
Judas and Peter both betrayed Jesus. One despaired, the other trusted; one could not love Jesus for who he was, the other loved him deeply; one could not imagine that he was loved enough to be forgiven, the other knew he was loved and forgiven.
Two brief verses from today’s Gospel describe the state of Judas’ heart: “Satan entered him” (John 13:27). Tragically, Judas could no longer turn back from the path of complete self-destruction. “And it was night” (13:30). Judas’ soul is so enveloped in the darkness of despair that the love of Christ can no longer break through.
One brief verse speaks to us of Peter’s heart: “I will lay down my life for you” (13:37). Impetuous Peter’s love for Christ is so deep that even his denial can’t keep him away. Just as he impetuously denied Christ, Peter will impetuously return to him, knowing he is loved and forgiven. Eventually he will indeed lay down his life for Christ.
Judas and Peter offer us two different roads: one ending in death and the other in life. Do not be afraid to be an impetuous lover of Christ, even in your moments of selfishness and sin. Never forget that you are loved and forgiven.
Father Joseph Tizio, C.Ss.R.
Boston
Isaías 49:1-6; Salmo 71; Juan 13:21-33, 36-38
Judas y Pedro traicionaron a Jesús, uno desesperado, el otro confió; uno no podía amar a Jesús por quien era, el otro lo amaba profundamente; uno no podía imaginar que era amado lo suficiente como para ser perdonado, el otro sabía que era amado y perdonado.
Dos breves versos describen el estado del corazón de Judas: “Satanás entró en él” (Juan 13:27). Trágicamente, Judas ya no podía regresar del camino de la completa autodestrucción. “Y fue de noche” (13:30). El alma de Judas está tan envuelta en la oscuridad de la desesperación que el amor de Cristo ya no puede penetrar.
Un breve verso nos habla del corazón de Peter: “Daré mi vida por ti” (13:37). El amor impetuoso de Pedro por Cristo es tan profundo que incluso su negación no lo mantendrá alejado. Así como él negó impetuosamente a Cristo, Pedro regresará impetuosamente a Cristo, sabiendo que es amado y perdonado. Finalmente, Pedro dará su vida por Cristo.
Judas y Peter nos ofrecen dos caminos diferentes, uno termina en la muerte y el otro la vida. No tengas miedo de ser un amante impetuoso de Cristo, incluso en tus momentos de egoísmo y pecado, nunca olvides que eres amado y perdonado.
Padre Joseph Tizio, C.Ss.R.
Boston