Daniel 9:4-10; Psalm 79; Luke 6:36-38
As we enter the second week of Lent, the Word of the Lord calls us to recognize our sinfulness. The word of the prophet Daniel calls us to admit our personal sin before God and to seek forgiveness.
It also calls us to recognize the sinfulness of the Catholic Church, of our United States, and of the world and to seek forgiveness. We have all strayed! Daniel reminds us, however, that despite our waywardness, God is full of compassion and forgiveness to all who return to him.
In today’s Gospel, Jesus reminds us to be as compassionate, forgiving, and generous in all we think, say, and do as God is to each one of us.
A good way to measure ourselves this Lent would be to keep our eyes firmly on the cross. If we want to get a much better understanding of the compassion, forgiveness, and generosity of God, we need to place ourselves at the foot of the cross.
There is a saying about understanding that has long stayed with me, although I’m not sure who first spoke the words. I quote it here as we stand beneath the cross: “Understanding: to stand under, which is to look up to, which is a good way to understand.”
O Jesus, hung upon the cross, fill my heart, mind, soul, and strength with your compassion, forgiveness, and generosity. Fill me with understanding. May it be so!
Father Denis J. Sweeney, C.Ss.R.
Bethpage, N.Y.
18 de marzo, lunes de la segunda semana
Daniel 9:4-10; Salmo 79; Lucas 6:36-38
Al entrar en la segunda semana de Cuaresma, la Palabra del Señor nos llama a reconocer nuestro pecado. La palabra del profeta Daniel nos llama a admitir nuestro pecado personal ante Dios y a buscar el perdón.
También nos llama a reconocer el pecado de la Iglesia Católica, a nuestros Estados Unidos y al mundo, y a buscar el perdón. ¡Todos nos hemos desviado! Sin embargo, Daniel también nos recuerda que, a pesar de nuestros pecados, Dios está lleno de compasión, y perdón para todos los que regresan a él.
En el Evangelio de hoy, Jesús nos recuerda que debemos ser tan compasivos, indulgentes, y generosos en todo lo que pensamos, decimos y hacemos como Dios es para cada uno de nosotros.
Una buena manera de medirnos esta Cuaresma sería mantener nuestros ojos firmemente en la cruz. Si queremos comprender mejor la compasión, el perdón, y la generosidad de Dios, debemos colocarnos al pie de la cruz.
Hay un dicho que ha permanecido conmigo durante mucho tiempo. Lo cito aquí mientras estamos parados debajo de la cruz: “Entender significa estar debajo. Eso significa que debemos mirar hacia arriba, y esa es una buena manera de entender”.
Oh Jesús, colgado en la cruz, llena mi corazón, mente, alma y fuerza con tu compasión, perdón y generosidad. Lléname de entendimiento. ¡Que así sea!
Padre Denis J. Sweeney, C.Ss.R.
Bethpage, N.Y.